Después de meses, por fin he leído este libro que tenia en
la estantería junto a sus predecesores: El médico y Chamán. Tercer
libro de esta trilogía familiar de médicos de distintas épocas pero con
algo en común: el don.
La verdad es que este es el que menos me ha gustado de los tres e
incluso para mi sobraría. Páginas y páginas de nada. De descripciones de
la naturaleza tan extensas que me aburrían. Y páginas y páginas
hablando de política sanitaria americana.
Ah que no he dicho de qué va? Pues de una doctora (obviamente :p) la doctora Cole, que tras su divorcio, no traumático porque era crónica de una muerte anunciada, decide cambiar de vida, de aires más bien y se traslada al campo con la intención de poner un consultorio médico rural. Durante el libro nos cuenta sus hazañas para instalarse en el lugar, para aclimatarse a una vida y gentes totalmente distintas a la que esta acostumbrada.
No pasará a formar parte de mis favoritos como si lo llegó a ser El médico.